lunes, 30 de abril de 2012

Porque la inseguridad y el robo no son solo físicos

Hace un par de semanas hicimos un breve ejercicio de redacción sobre una de las problemáticas más recurrentes en toda América Latina, la inseguridad. En aquel momento elegí el tema, puesto que tenía la certeza de que todos ustedes tenían alguna referencia personal que mencionar, alguna estadística que habían escuchado en las noticias nacionales o simplemente se podían asomar por la ventana y fijarse que todos vivimos presos dentro de nuestras casas, donde precisamente deberíamos habitar en libertad y bajo nuestras propias reglas.

A medida que desarrollaban sus ideas, les mencioné que la inseguridad que no sólo se trataba de robos, delincuencia y violencia, que existía otro tipo de inseguridad: la zozobra; el no saber si lo que deseamos se materializará de la manera en que  lo hemos previsto. Esta sensación de incertidumbre me acecha cada vez que les dejo una asignación para que hagan en casa; me invade el temor de saber que  estando fuera de mi vista, seguirán la vía fácil y tomarán las palabras de otros como suyas y con mucha tranquilidad las imprimirán y les estamparán su nombre encima. Aunque sé que no todos plagian sus producciones, la gran mayoría no se atreve a realizar el trabajo duro. Aún no sé si es la flojera la principal razón o simplemente el miedo al fracaso. Sea una razón o la otra, me abruma un sentimiento de decepción que no puedo describir. 

Por más que quisiera pensar que estos malos hábitos se limitan a esta asignatura, pienso en el alcance de ellos en su futuro profesional, en el porvenir de Venezuela como un país de primer mundo sumergido en el subdesarrollo. No hace falta ir muy lejos para cómo nos seguimos poniendo la etiqueta de subdesarrollados en la frente con el robo físico, con el robo intelectual, con la corrupción. Recuerdo que algunos de ustedes mencionaban en sus ensayos sobre la inseguridad que los ladrones no tenían escrúpulos o no tenían otra forma de adquirir lo que robaban por culpa de la misma sociedad.; en cierta manera, han pasado a ser parte de este grupo sin escrúpulos.  Sólo les puedo afirmar que todos ustedes son seres con toda la capacidad intelectual para producir sus textos, si no se atreven a hacerlo, jamás adquirirán las herramientas necesarias. Un país se hace gracias a la producción y a la creatividad. No se puede ser original ni creativo por medio de los pensamientos de otros. NECESITAMOS TRABAJAR.

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